La prédica del domingo nos levanta, la del miércoles nos ubica.

El orgullo (espíritu de leviatán) es que divide las iglesias y está metido en las congregaciones.

El orgullo o la falsa humildad dominan los ministerios y los divide aunque aparentemente estén unidos por la sangre de Jesucristo. Es sutil, pero es la raíz de todos los pecados, aquí comenzó todo y aquí terminará todo. Cuando venzamos a este último enemigo (orgullo) pues fue el que botó a Satanás del cielo justo al comienzo y será expulsado de los hijos de Dios y de la tierra, justo al final, la persona que no deja avanzar a este demonio, es la que vencerá, pero el que cae en este pecado, no se recupera de cualquier pecado que lo atormente, siempre tiene una razón para pecar, pues es la raíz de todos los males. Inclusive te puede llevar a una enfermedad, sino lo identificas y lo reconoces. El orgullo es vivir para uno mismo creyéndose mejor que los demás. Exceso de estimación propia. La gente piensa, yo soy peor que los demás, de hecho en este mismo momento estamos pensando en alguien y nosotros, pensamos que somos mejores, porque ese si tiene leviatán, y a lo mejor estamos hablando desde el orgullo mismo. Dignidad es una cosa, pero orgullo es otra. La dignidad es humilde proviene de quien somos en Dios, de lo que Él dice de nosotros, no de lo que nosotros decimos de nosotros mismos. No se puede vivir independiente de los demás, todos tiene su don y dignidad en lo que ellos poseen. En cambio Jesucristo, no hace acepción de personas, todos somos necesarios si logramos capturar nuestra identidad. Una descripción de leviatán, la encontramos en Job 41: Y vemos en la vida de Job, que se consideraba bueno en su propia opinión, pero no era tan bueno, basaba su bondad en sus hechos, no en el valor que tenía en Dios, él era impotente, pero en Dios era diferente era hijo del Omnipotente. Por eso el diablo lo pudo vencer. La lección es que nosotros no podemos vencer a leviatán en nuestra propia fuerza, y lo reta a que lo pesque, a que le hecha anzuelo, el único que lo puede controlar es quien lo creo quien le dio estas cualidades es decir Dios, es difícil vencerlo, sus escamas están bien trabadas entre sí,  brama, le da furia, tiene resoplidos humeantes,  tiene fuerza y ánimo insuperables, el hombre no puede luchar contra este demonio porque saldrá lastimado, no puede entablar una relación amistosa con él para tranquilizarlo, verso 3 y 4. 3 ¿Acaso te hará muchas súplicas, o te hablará palabras sumisas? 4 ¿Hará un pacto contigo? ¿Lo tomarás como siervo para siempre? No se puede comer con él ni tener compañía de amigos con él. 5 ¿Jugarás con él como con un pájaro, o lo atarás para tus doncellas? 6 ¿Traficarán con él los comerciantes? ¿Lo repartirán entre los mercaderes? El tema en fin es que le quiere decir a Job, no prosigas tratando de entender a Dios y de jugar a que todo lo sabes, esto sería contender con Dios y dejarte afectar por leviatán, o el orgullo no lo vas a poder argumentar con Dios, ni encontrar respuestas de esta manera, no es con argumentos, ni buscando la lógica de Dios, sino con humillación, La única forma de vencerlo es haciendo las paces con Dios, escojo decir “tu ganas” tu reinas, tu dispones, y ahora sabemos que es a través de Jesucristo, no de nuestras buenas acciones, y entonces vimos todo Job 41 y encontramos mucha similitud con nuestra vida diaria como somos afectados. Veamos por ejemplo el verso 10 “Nadie hay tan audaz que la despierte; ¿quién, pues, podrá estar delante de mí? “ En otras palabras, no trates de luchar por tus medios y en tus fuerzas, no seas audaz, pues vas a ser vencido, la única fuerza que lo puede vencer es Dios, el que lo creó. Y luego dice que Dios no es deudor de nadie, pues nadie le ha dado nada a Dios, como dice el verso 11 ¿Quién me ha dado algo para que yo se lo restituya? Cuanto existe debajo de todo el cielo es mío. Es lo mismo que dice Pablo en Romanos 11: 35 y 36 35: ¿O QUIEN LE HA DADO A EL PRIMERO PARA QUE SE LE TENGA QUE RECOMPENSAR? 36 Porque de Él, por El y para El son todas las cosas. A Él sea la gloria para siempre. Amén. La descripción de leviatán en Job 41sigue tratando de describir lo duro que es lidiar con él, dice que tiene doble hilera de dientes: Pero me asombra el verso que habla del cuello, dice que allí está el poder, Job 41:22 En su cuello reside el poder, y salta el desaliento delante de él. Y Jesús dice “mi yugo es fácil y ligera mi carga.” El profeta Jeremías también es liberado cuando se rompe el yugo del cuello. Isaías dice: Isaías 3:16 Además, dijo el SEÑOR: Puesto que las hijas de Sion son orgullosas, andan con el cuello erguido y con ojos seductores, y caminan con paso menudo haciendo tintinear las ajorcas en sus pies, eso es jezabel con leviatán unidos, es manipulación y será descubierta y se debe arrepentir, pues el orgullo no la deja ver, aunque ven mejor con el cuello regido, es porque como dice Jesús, viendo no vean y oyendo no oigan, leviatán es fuerte, tiene ánimo, es valiente, pero No es humilde. Vs. 24 “los ojos, son grandes, como los del faraón.” En resumen lo que Dios dice es que no se lo puede vencer sino con el espíritu, no es con fuerza ni con ejército sino con su santo Espíritu dice el Señor, es un asunto de la espada, que es del Espíritu, no es del hombre.

Bendiciones

Hugo Oberti