Cap. 6 La verdad nos hará libres

Juan 8:31 

Entonces Jesús decía a los judíos que habían creído en El: Si vosotros permanecéis en mi palabra, verdaderamente sois mis discípulos; 32 y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres. 33 Ellos le contestaron: Somos descendientes de Abraham y nunca hemos sido esclavos de nadie. ¿Cómo dices tú? “Seréis libres”

 

Aquí hay una enseñanza que puede ser aplicada hoy a cada seguidor del Señor y a lo mejor podemos decir como estos judíos, somos libres no somos esclavos, ¿De qué nos va a hacer libres?

 

Pero Jesucristo nos hablaba de una libertad mental, no de una libertad física y esta libertad que en la entrega el día que lo recibimos en nuestro corazón hay que mantenerla, la mente siempre tiene que sentirse libre, no esclava del temor, ni del futuro, sino segura y libre, solo libre se puede avanzar y trabajar y producir y llegar a nuestro destino y especialmente pensar BIEN.

 

¿Pero cómo es esto?, ¿cómo se puede mantener esta libertad?

 

Solo a sus pies, buscando su palabra y su cumplimiento.

 

Para esto murió Jesús, para hacernos libres, no solo un día, sino

¿Cómo somos libres? Por Jesucristo, conocimos la verdad, esto es lo que leímos en Juan 8:32.

 

Pero ¿Cómo nos mantenemos libres?

¿Es nuestra responsabilidad o solo de Jesucristo siempre?

 

Es nuestra, nosotros somos responsables de permanecer en El, responsables de mantener esta verdad, solo así crecemos en nuestra libertad, libertad significa responsabilidad, pero ¿responsabilidad de qué?

De mantener la mayor cantidad de verdad en nuestras vidas, mayor cantidad de las enseñanzas de Jesús en nosotros.

 

¿Habiendo escuchado el evangelio se puede volver a ser esclavo de tu propia mente?

 

Si, veamos el caso del apóstol Pedro.

 

Pedro se creía seguidor del maestro, lo había escuchado 3 años seguidos, pero no conocía la verdad. Mira que lo niega 3 veces, ¿cómo negarlo al maestro? ¿No le había dicho la verdad? Sí, pero no la había practicado, no se le había hecho carne, parte de su vida, le faltaba madurez.

 

Y vea esto, a pesar de esto, Jesús le dice: apacienta mis ovejas.

 

Juan 21:15 – 17

 

15 Entonces, cuando habían acabado de desayunar, Jesús dijo* a Simón Pedro: Simón, hijo de Juan, ¿me amas más que éstos? Pedro le dijo*: Sí, Señor, tú sabes que te quiero. Jesús le dijo*: Apacienta mis corderos. 16 Y volvió a decirle por segunda vez: Simón, hijo de Juan, ¿me amas? Pedro le dijo*: Sí, Señor, tú sabes que te quiero. Jesús le dijo*: Pastorea mis ovejas. 17 Le dijo* por tercera vez: Simón, hijo de Juan, ¿me quieres? Pedro se entristeció porque la tercera vez le dijo: ¿Me quieres? Y le respondió: Señor, tú lo sabes todo; tú sabes que te quiero. Jesús le dijo*: Apacienta mis ovejas.

 

Lo extraño de todo esto es que a Pedro lo invita apacentar las ovejas a pesar de su gran error de haber negado al maestro.

Esto me da esperanza para yo también acceder a ser servidor del maestro y a vivir en el poder del Espíritu Santo. Creo que esto lo calificó para recibir el poder para mantener la libertad, a través de lo que recibió en Pentecostés.

 

¿Qué lo hacía a Pedro calificado para entregar la verdad a otros y mantenerse como discípulo?

 

Solo su humildad y la verdad que lo lleva a renacer su falta, esto se llama dejar que la verdad penetre en su vida y lo confronte, no la practicaba en su totalidad, pero no se daba por vencido.

 

Había fallado a la verdad pero Dios le dice: apacienta mis ovejas.

 

Pero tenía un corazón quebrantado, solo eso LO MANTIENE A CUALQUIERA EN LOS CARRILES DEL SEÑOR, si subestima la obra del Señor, no le da el lugar que le corresponde en su ministerio, usted tarde o temprano asume el crédito de la victoria.

 

No es la preparación académica, no el saber la verdad, Pedro sabía que no debía negar al maestro, cualquier niño lo sabría, pero el miedo lo hizo mentir, lo hizo esclavo, siendo ya libre, se salvó por un momento, pero era esclavo de su mentira.

 

¿Cuál es la diferencia? Unos mienten y siguen en su mentira o en su pecado venial, asisten a la iglesia, sirven en algo, pero lo mantienen callado y oculto, total nada ha pasado, pero si ha pasado y mucho, se han estancado y no crecen.

 

Moisés es otro ejemplo en el antiguo testamento, aprendió, y siempre se sujetó, no se sentían digno. A pesar de ser usado como fue usado, antes era un temeroso escondido por haber matado a un egipcio, era tartamudo, pero Dios le permitió salvar a todo un pueblo, por su reconocimiento a la verdad de su incapacidad.

 

Hay 3 aspectos de la verdad que hacen que penetre en el Ser humano: Escuchada, Aceptada y Ejercitada.

 

Verdad escuchada:

 

Es cuando tú escuchas la palabra y eres confrontado con tu realidad interna.

 

Juan 3:20-21