CREER EN LO INVISIBLE

Debemos creer que lo invisible ES.

¡LO INVISIBLE ES!

El primero de los principios básicos para obtener cualquier cosa del mundo invisible es creer que ES, que existe; que verdaderamente existe para ti. Dios se encuentra allá y también toda bendición que podamos necesitar, pero la base de todo para alcanzar cualquier cosa es creer que existe. ¿Está la sanidad allí? ¿Murió Jesús para que tú fueras sanado? ¡Sí! ¿Murió Jesús para que fueras prosperado? Sí. ¿Hay salvación? Sí. ¿Hay bendiciones? Sí. ¿Podemos vencer al diablo? Sí. Cuando te acercas a Dios debes creer que ese Dios invisible es; que El verdaderamente existe. Debes creer que este Dios invisible premia a aquellos que diligentemente le buscan (Hebreos 11:6). Dios premia a aquellos que diligentemente le buscan. Si, El mismo, el Dios invisible premia a aquellos que le buscan diligentemente. ¿Cuál es ese premio? ¿No es la sanidad una recompensa, si con diligencia la busco? ¿No es la prosperidad para mí, si diligentemente busco esa bendición invisible? ¿No seré victorioso sobre el enemigo, si con diligencia lo busco? Muchas veces buscamos diligentemente a Dios, pero no buscamos y esperamos diligentemente las bendiciones. Tú puedes decir: “Han orado por mí, y he leído las escrituras que me dijeron que confesara por dos días. Las he confesado por dos días pero todo el tiempo yo pensaba: Esto no va a servir, esto no va a funcionar porque no me siento mejor”. Esto no es buscar diligentemente a Dios. La Biblia dice que debemos leer la Palabra de Dios y buscarle a Él y además a la inteligencia que proviene de su palabra como a un tesoro escondido, como al oro y la plata (Proverbios 2:3-4). “porque si clamas a la inteligencia y alzas tu voz al entendimiento, si la buscas como a plata, y la procuras como a tesoros escondidos,” Si buscas diligentemente ser inteligente en alcanzar la bendición de acuerdo a la Palabra de Dios, Él te recompensará con su manifestación. Cuando esta bendición se manifiesta a los hombres y mujeres de fe, ellos no se emocionan diciendo: “¡Hoy me bendijo Dios!” Sino que dicen: “¿Sabes qué sucedió? Se manifestó aquello que todo el tiempo supe que era mío”. Cuando tu sanidad se manifiesta y ese tumor desaparece de tu cuerpo, dirás: “Me alegro que esto se haya ido físicamente, pero le doy gracias a Dios porque con los ojos de la fe lo he visto irse desde que leí en la Biblia que por su herida he sido sanado. La sanidad ha sido mía desde que leí acerca de ella”. (En realidad ha sido mía desde que Jesús murió y resucitó). ¡Gloria a Dios! Cuando llegue ese día en

que termines de pagar tu casa, dirás: “He estado alabando a Dios continuamente porque vi que estaba pagada en ese mundo invisible y ahora es visible. Está pagada desde que supe que Dios suplió todas mis necesidades de acuerdo a sus riquezas en gloria”. El que viene a Dios debe creer que le hay, que EL ES.

Debemos creer que el Dios invisible existe. ¿Quiere Dios que yo crea en algo que no puedo ver? SI, Tú no puedes ver la sanidad o las bendiciones financieras con tus cinco sentidos naturales. Debes ver, al meditar en la Palabra de Dios, que Él te ha dado estas cosas. Tienes derecho a ellas. Primero, debes creer que están en esa forma invisible, y a su tiempo, serán manifestadas en el mundo material. Hebreos 11:7 dice: “[Movido] por fe Noé, advertido por Dios acerca de eventos de los cuales todavía no había señal visible, atendió y diligente y reverentemente construyó y preparó un arca…” Noé fue informado por Dios sobre hechos de los cuales aún no había señales visibles ¿Sabes? Esto es lo que nos sucede a nosotros. Debemos entrar en el bosque de las verdades eternas de Dios y ver lo que dice: ¿sabías que eres salvo? ¿Sabías que estás sano? ¿Sabías que estás bendecido financieramente? ¿Sabías que puedes imponer tus manos sobre los enfermos y ellos sanarán? ¿Sabías que en el nombre de Jesús puedes echar fuera demonios?” Dios me informa de cosas y hechos de los cuales aún no hay señales visibles. Solamente porque aún no las haya, no quiere decir que no te puedas sentir alegre. Después de que Dios te muestra estas verdades, debes decir: “Ah, he estado en el centro de información de Dios, ¡aleluya! Tengo información de la cual no hay señal visible. Dios me hizo saber que soy salvo y me iré al cielo; que soy limpio de todos mis pecados; que por su herida fui sanado; que soy próspero; que soy más que vencedor. Tengo información interna. La encontré en la Biblia. ¡No importa que no haya señales visibles, lo veré! ¡Está en camino!” Hebreos 11:27 dice: “[Motivado] por fe, él (Moisés) dejó Egipto tras sí, estando sin temor y sin desánimo por la ira del rey; porque nunca se acobardó sino que se aferró firmemente a su propósito y soportó resueltamente como uno que puso sus ojos fijamente en El, quien es invisible”. Moisés mantuvo su vista fija en el Dios invisible. Sigue poniendo tu vista sobre lo que es tuyo, sea lo que sea. Si es prosperidad, continúa con tus ojos puestos sobre ella en el mundo invisible como una bendición que proviene de Dios. Continúa poniendo tu vista sobre la sanidad si es allí donde tienes necesidad. Continúa con tus ojos puestos con determinación sobre la victoria, si eso es lo que quieres. Continúa con tus ojos puestos con determinación sobre ti mismo estando bien y sano y toda tu familia viviendo para Dios. Mantente viendo firmemente a la bendición

invisible y soportarás toda oposición y esta bendición será tuya. Hebreos 11:32 “¿Y qué más dijo? Porque el tiempo me faltaría contando de Gedeón, de Barac, de Jefté, de David, así como de Samuel y de los profetas”. Veamos la vida de Gedeón. Él estaba sentado detrás del lagar sacudiendo trigo por miedo a los enemigos de Israel. Estaba frustrado, temeroso, desalentado, y sintiéndose fracasado. Dios le envió un ángel. Este ángel no dijo: ¡Salud a ti, miedoso!” No, él vino con noticias del otro mundo y dijo: “¡Jehová está contigo, varón esforzado y valiente!” Gedeón dijo: “¿A quién te refieres? ¿Quieres decirme que yo soy un varón esforzado y valiente?” Ahora el ángel pudo haberle dicho, y quizá lo hizo: “Si, así es exactamente como Dios te ve. Es todo tuyo, lo tomes o no. Tú eres un hombre fuerte y valiente. Te traigo noticias del mundo espiritual”. ¡Gedeón se levantó y comenzó a actuar como si fuera un hombre poderoso, valiente y se encontró que lo era! Bien, Dios viene a mí y dice: “Hola Hugo, hombre poderoso, sano y próspero, hijo mío, heredero juntamente con Jesucristo”. Puedo responder: “¿Estás seguro que me hablas a mí? Ciertamente no me siento así”. O puedo creer lo que dice su palabra. Si. En el mundo espiritual Dios Todopoderoso te ve sano. Te ve próspero. Te ve fuerte. Te ve victorioso. ¡Levántate y comienza a actuar como si esto fuera tuyo y pronto lo será! Es el principio exacto que Jesucristo estaba enseñando en Marcos 11:24: “Por tanto, os digo que todo lo que pidiereis orando, creed que lo recibiereis (en la forma invisible) y os vendrá (en forma visible)”. Jesús no te pide que vayas por allí mintiendo y diciendo: “Yo creo que este tumor se ha ido físicamente de mi cuerpo”. No. Él no te pide que digas una mentira. Cualquiera que tiene ojos puede ver que el tumor todavía está allí. Él no te pide que creas que la sanidad ya se ha manifestado en el reino físico. Él te pide que creas que es tuya en el reino invisible, basado en la Palabra de Dios. Entonces Él dice que verá que la tengas en la forma física, visible. CREE QUE LO HAS RECIBIDO EN EL REINO DE LA FE Y LO TENDRAS EN EL REINO NATURAL. Muchas veces cuando dices que crees que has recibido tu sanidad, no quiere decir que estés diciendo que crees que ya no te duele o que crees que ya no hay ningún síntoma en tu cuerpo. Pero tu fe, el sentido de la conciencia por el cual percibes el perfume, se extiende hasta el mundo invisible y simplemente dices: “Creo, después de caminar en el bosque de las eternas verdades de Dios y estoy convencido de que la voluntad de Dios es que obtenga mi sanidad. He sido curado por la llaga de Jesucristo. La sanidad es mía en el mundo invisible. ¡Es mía ahora!” Lo que me corresponde hacer es creer que es mío y confesarlo, regocijarme en ello y actuar como que si fuera un hecho consumado. Lo que le corresponde a Jesús, es ver que se manifieste. Estos son los ladrillos de la fe. Efesios 1:3 nos dice: “Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor

Jesucristo, que nos bendijo con TODA bendición espiritual…” ¿Cuántas? ¡TODAS! Por muchos años yo no disfruté TODAS las bendiciones de Dios. Podía decir: “Señor, ¿por qué no me das algunas bendiciones económicas y físicas? No entiendo por qué las bendiciones tienen que ser tan espirituales”. Ahora he descubierto y comprendo la sabiduría de Dios, Él me ha bendecido con todos los ladrillos creativos del universo. Él nos ha bendecido con toda bendición espiritual en los lugares celestiales. ¡Son todas nuestras! Sencillamente caminemos con Dios, encontremos lo que es nuestro y lo tendremos. En II Corintios 4:18, Pablo, el apóstol, está hablando de cómo él vivía. Este es un versículo maravilloso, en el cual debemos meditar: “Puesto que nosotros no consideramos y vemos a las cosas que se ven sino a las cosas que no se ven; porque las cosas que son visibles son temporales (breves y efímeras — sujetas a cambio —), pero las cosas que son invisibles son inmortales y eternas “. Tenemos que unir nuestras manos a las del Creador del universo. Todo lo que ves, no fue hecho de cosas visibles, sino de cosas invisibles. Debes comenzar en el reino invisible de las verdades de Dios y dejar que éstas se impregnen en tu hombre espiritual. Esto traerá a la realidad aquello que deseas. Dios es creador. Él quiere que sus hijos e hijas unan sus manos a las suyas y vean su poder milagroso crear cosas para suplir cada una de sus necesidades.

Bendiciones

Hugo Oberti