Prólogo

Estas enseñanzas son movidas por mi convicción, de acuerdo a la palabra de Dios, que todo creyente, todo crecimiento de Iglesia, y toda transformación de la sociedad, tiene que ser en la guía del Espíritu Santo a nuestro espíritu.

Puedo ver con mucha frecuencia, que la iglesia y sus líderes tratan de establecer la cultura del Reino en el pueblo, a través de las emociones y el puro intelecto, y que muchas de sus acciones son guiadas por las buenas intenciones del hombre, antes que por la guía del Espíritu Santo que manifiesta el plan de Dios en el tiempo.

No hay muchas enseñanzas de lo que significa vivir en el espíritu, por lo que movido por esta dirección, he decidido escribir este libro, por el que pido a nuestro Padre Celestial, para que el mismo nos ayude en la revelación de lo que significa “vivir en el espíritu”

 

Proverbios 16:2 dice:

“Todos los caminos del hombre son limpios en su propia opinión; Pero Jehová pesa los espíritus”

 

Si Jehová pesa los espíritus y yo le quiero agradar, entonces debo de buscar tener un espíritu correcto, y la única forma de saber si tengo un espíritu correcto, es conociendo mi espíritu, y cómo el se relaciona con el Espíritu de Dios.

Jesucristo dice, que si lo recibimos a El como nuestro Señor y Salvador, pasamos a ser nuevas criaturas, que las “cosas viejas pasaron y que todas son hechas nuevas”, El mismo entra en nuestra vida junto con el Espíritu Santo de Dios; pero en mi experiencia de la vida diaria del creyente, puedo observar que hay muchas cosas de la naturaleza vieja,  que todavía influencian mi vida, y que si no tomo en serio la responsabilidad de mantener mi libertad de las cosas viejas, ganadas por el Señor en la cruz, podía correr el riesgo de no tener victoria en algunas áreas, como ha sido mi experiencia y la de muchos creyentes que observo en la iglesia.

Asistimos durante años a servicios y seminarios, y con el tiempo sabemos más de la Biblia, pero mucho de lo que aprendemos no se manifiesta en nuestra experiencia de la vida diaria, y la victoria ya ganada por nuestro Señor Jesucristo está muy lejos de la letra escrita y asimilada en nuestro intelecto.

Hay una guerra espiritual a título personal y corporativo, que tiene que ser ganada, o más bien debemos aplicar la victoria de esta guerra que ya fue ganada por nuestro Señor, en nuestras vidas, de lo contario las fuerzas del mal harán todo lo posible para que el nuevo hijo de Dios no sea efectivo, ni en su vida personal ni en su vida corporativa. Estas fuerzas tratarán por medio de el engaño, evitar que seamos “sal y luz de la tierra”, de que no experimentemos esta nueva vida guiada por el Espíritu y que vivamos en muchas áreas dependiendo de la vieja naturaleza que ya está muerta, pero que por el engaño en nuestra mente, nos limita a cumplir nuestro propósito en la tierra.

El diablo tratará con toda su capacidad, que no se levante esa generación que viva en el espíritu, porque entonces su derrota será manifestada y la tierra será totalmente revolucionada por la manifestación de los “hijos de Dios” en todas las naciones del planeta.

El nuevo nacimiento es una experiencia espiritual, y así como se nace espiritualmente, también se debe crecer y madurar espiritualmente, la mente, y las emociones no pueden traer crecimiento a aquello que comenzó en el espíritu, solo lo espiritual alimentará lo espiritual, la carne no traerá ningún crecimiento espiritual.

Estoy claro en algo, este libro que pretendo escribir no debe ser entendido completamente con la mente y dependerá de la disposición de espíritu del que lo lea, debe de haber personas con mucha estatura espiritual y a ellos ciertos capítulos les pueden parecer elementales, pero debemos tener la suficiente sencillez para leerlos, porque he aprendido que cuando tenemos esta actitud de humildad, la revelación de Dios viene a nuestras vidas.

El Reino de Dios siempre tendrá “tesoros nuevos”  para que nosotros nos regocijemos, inclusive de las cosas que ya pretendemos conocer.

Este libro no es para el que pretenda saberlo todo, ni siquiera se moleste en leerlo si usted es este tipo de persona, si usted ya cree que todo está conocido y no necesita ser revelado, ni se moleste en seguir leyendo este libro.

El hermano Watcham Nee, ha sido fuente de inspiración para mi vida en ciertos períodos de ella, y de sus enseñanzas he sacado muchos principios, muchos de los cuales hoy quiero compartir con ustedes, desde mi perspectiva, todo finalmente es de Dios, lo mío, lo del hermano Nee, todo le pertenece a El y de El proviene, todo lo que hacemos es por su mandato y para Su Gloria, no pretendo ser el descubridor de estos principios, solamente pretendo añadir un grano de arena a lo que Dios, a través de grandes hombres  ha manifestado para el desarrollo de su amada iglesia.

Mientras escribo esto quisiera darle dos recomendaciones:

Primero para ahorrarles algunas confusiones que pueden surgir en este tema del espíritu, no se enrede en los laberintos de su mente si no recibe revelación de algo, ni pretenda escudriñar cada sentimiento que llegue a su alma,  esto sólo le traerá frustración, cómo a mi me causó en temporadas, por no entender que sólo la luz de Dios iluminará mi espíritu en las cosas que no comprendo, yo no puedo discernir con mi inteligencia, los misterios de Dios.

Segundo: Lea este libro con una biblia junto a usted, no podemos poner todos los capítulos completos cuando se hace una referencia, pero usted puede escudriñarlo más profundamente para encontrar más revelación sobre lo que tratamos.

Dios quiere llevar a todos sus hijos a lo sobrenatural, por lo tanto deberemos de vencer lo natural en nosotros. Ya vencimos al pecado por la cruz, pero esto no es el fin, esto es sólo el comienzo, debemos avanzar a nuestra madurez para servir a Dios efectivamente.

Agradezco al grupo de intercesores de el ministerio T.E.A.M. (Trayendo Esperanza Al Mundo) su apoyo es invalorable, porque la lucha en mi mente se volvió feroz, el enemigo no quería que avanzara y  presentó una guerra nuclear para distraerme y ocuparme en apagar fuegos, que comenzaban en diferentes partes, pero estoy convencido que Dios quiere que se publique este libro y que El mismo terminará en nosotros la obra que El comenzó, y que su Santo Espíritu nos ayuda en nuestras debilidades.

La responsabilidad de cada líder es que los creyentes venzan su vieja naturaleza y la nueva salga a la luz, si no influimos en esto, no estamos ayudando a lo que Dios quiere hacer en las vidas de sus hijos. Solo lo que se recibe en las profundidades de nuestro ser producirá transformación que salta para la vida abundante que nuestro Señor Jesucristo nos ofreció.

Esto es para compartirlo, no te lo guardes y compártelo con todo el que puedas, y que Dios nos ayude, nos bendiga a través de cada enseñanza y que la luz de Su Espíritu, ilumine a cada creyente en esta lectura.

Amén