Capítulo 1. Estructura del Ser Humano

Si nos detenemos un momento a conocer nuestra naturaleza, a lo mejor podíamos entender algo más de la forma como el ser humano está formado y de donde proceden ciertos comportamientos y formas de reaccionar.

Veamos lo que dice la palabra de Dios al respecto:

1ra de Tesalonicenses 5: 23 y 24

“Y el mismo Dios de paz os santifique por completo;  y todo vuestro ser, espíritu,  alma y cuerpo,  sea guardado irreprensible  para la venida de nuestro Señor Jesucristo. Fiel es el que os llama,  el cual también lo hará”

 

El hombre en su gran mayoría, no tiene conciencia de que tiene tres partes que forman  su naturaleza, normalmente considera sólo dos:

 

Alma y cuerpo, y piensa en  la primera como la parte intangible, pero está consciente de ella,  todos saben que hay algo que no pueden ver, pero que es lo que le da la vida, y a este algo lo llaman alma, y todos están de acuerdo en que hay una parte visible externa que es el cuerpo, que lo pone en contacto con el mundo exterior.

 

Pero el hombre según la palabra que leímos es un ser tripartito,

 

Espíritu, alma y cuerpo.

 

 

Creo que la mayoría de nosotros, hacemos declaraciones en la palabra que no vemos realizarse en nuestras vidas, tales como que al conocer al Señor, recibimos  una nueva vida, que las cosas viejas pasaron y que todas son hechas nuevas,  pero cuando vemos nuestra realidad, vemos  que tal cosa no se manifiesta en la práctica, , ya que todavía seguimos con costumbres  antiguas que parecen no dejarnos, depresiones, angustias, discusiones, y cosas como estas que no son de una persona renovada por la sangre de Cristo, entonces cabe la pregunta: ¡Faltó algo a la obra de nuestro Señor? yo creo que usted estará de acuerdo conmigo que no, lo que El Señor hizo en la cruz del calvario, fue completo; entonces el problema no es el Señor, sino nuestra falta de comprensión exacta de su obra redentora en el clavario. No es que falte algo de hacer, sino que no entendemos lo que está ya hecho, somos como una fábrica de energía atómica, no hay que fabricar nada, es solo liberar lo que ya está en nosotros. 

 

¿Qué fue lo que se renovó en nosotros con el sacrificio de nuestro Señor? ¿Dónde fue que nacimos de nuevo?

 

Nacimos de el Espíritu, es decir lo que fue cambiado totalmente fue nuestro espíritu, no nuestra alma, ni nuestro cuerpo. Esa es la razón por la que todavía se manifiestan comportamientos antiguos en nosotros, porque se producen en las partes no renovadas de nosotros, en el alma y el cuerpo.

 

Cuando lo que guía nuestras vidas es el alma o el cuerpo, entonces estamos actuando desde nuestra parte no regenerada, y aquí estamos expuestos al pecado.

 

¿Cómo pecamos? por ejemplo decimos cosas feas en nuestro enojo, nos dejamos controlar por las cosas externas, en lugar de nosotros gobernarlas.

 

Veamos más instrucciones difíciles de experimentar que nos enseña la palabra.

 

1 Tesalonicenses 5:16 “estad siempre gozosos”

 

Pero, ¿Lo hacemos? No, es difícil estar siempre gozoso, pero esta es una instrucción de la palabra, no es una alternativa que se toma o se deja, debería de ser parte de nuestra vida diaria como hijos de Dios, entonces muchas veces entramos en frustración al no poder mantenernos en gozo.

 

¿Sabes por qué?

 

Porque no dejamos que el espíritu renovado  gobierne, y vivimos por el alma, gobernados por nuestras emociones y sabiduría humanas.

 

O sea no tenemos control del alma, ella nos controla y en ella está nuestra verdadera personalidad, aquí es que exteriorizamos lo que verdaderamente  somos, por eso es que muchos somos salvos, pero no convertidos en su totalidad, falta que aprendamos a convertirnos en esos seres espirituales que debemos ser y reflejar en nuestra vida diaria.

 

Somos salvos de las garras del diablo, pero sujetos al mundo de oscuridad, por nuestra carnalidad.

 

Y escuche esto: 1 Tesalonicenses 5:19, “No apaguéis al Espíritu.”

 

¿Cómo se puede apagar el Espíritu, si ya mora en nosotros?

 

No escuchándolo, no sabiendo como escucharlo en nuestro espíritu, porque el Espíritu Santo no habla a nuestra alma, ni a nuestro cuerpo, El habla a nuestro espíritu.

 

Entonces: ¿Será importante comprender cuando estamos escuchando  al alma y cuando al Espíritu?

 

Por supuesto que sí, ¿cómo podremos afectar el mundo espiritual?, si no conocemos el alcance de este mundo y no nos movemos en este ámbito para afectarlo, no se puede afectar el mundo espiritual aunque tengamos el alma buena, se tiene que afectar lo espiritual será desde lo espiritual.

 

Por eso no podemos confundir lo que es de la emoción del alma con lo espiritual, estaríamos errando en nuestro accionar y seríamos inefectivos. No se puede afectar lo espiritual con el alma. Así mismo como no se puede tener autoridad sobre demonios que son espíritus, con el alma, sino con el espíritu.

 

Aquí quisiera que tomemos en cuenta una verdad necesaria que ya escribimos en todo un capítulo del libro “fundamentos apostólicos”, es necesario tener  humildad como base de todo aprendizaje, esto puede hacer que la persona menos preparada teológicamente, solo  por  un corazón humilde, esta persona puede experimentar esta separación aún sin saberlo.

 

 Aunque para nuestro criterio, es mejor saberlo y practicarlo, creo que esto te hace un discípulo correcto para reproducir otros  discípulos y poder edificar la casa espiritual, esto te hace mejor sacerdote de tu casa, esto edifica esta casa, esto edifica naciones, esto te hace más sabio.

 

Pero queremos dejar en claro que alguien pudiera vivir en el espíritu sin necesidad de tomar esta escuela, sólo por su humilde disposición de dejarse guiar por el Espíritu Santo.

 

Porque el versículo que leímos al comienzo  termina diciendo:

 

“Fiel es El que os llama El cual también lo hará” El lo hará, no nosotros El, si lo dejamos, si colaboramos en entrega a la guía de su Espíritu.

 

¿Sólo este versículo habla de la división del ser humano en tres partes?

 

NO, la Biblia dice que esta divina palabra tiene por objetivo  realizar esta división de espíritu y alma, no está designada para aumentar nuestro conocimiento formal, sino para dividir el alma del espíritu.

 

Hebreos  4:12  “Porque la palabra de Dios es viva y eficaz,  y más cortante que toda espada de dos filos;  y penetra hasta partir el alma y el espíritu,  las coyunturas y los tuétanos,  y discierne los pensamientos y las intenciones del corazón”.

 

¿A qué palabra de Dios se refería el apóstol Pablo?

 

No había nuevo testamento, no había biblia para leer, se refería a  la palabra que se conocía, a la ley de Moisés, pero a la verdadera finalidad de la ley, no era poner una serie de reglamentos, sino  hacer división entre el espíritu y el alma.

 

Pablo hacía referencia al sacerdote que hacía el sacrificio, decía:

Es más cortante que el cuchillo que usaba el sacerdote para hacer el sacrificio del animal en el antiguo testamento.

 

Dice que la palabra de Dios es más que una instrucción a la inteligencia humana, es para hacer división en nuestras partes internas, es realmente un acto de sacrificio como el cuchillo del sacerdote, llevar la carne a la cruz.

 

Para entender mejor el significado espiritual de estos versículos, tenemos que entender que el sacerdote tomaba un cuchillo muy afilado, y partía al animal del sacrificio en dos, y separaba TODO, nada quedaba oculto, las coyunturas y los tuétanos, ¡ qué cuchillo!

 

Debe usted de leer todo este capítulo 4 del libro de  hebreos,  pida revelación al Espíritu Santo de su contenido, porque aquí hay una tremenda promesa que es el anhelo de todo ser humano. “paz”, “reposo”, que no se puede “fabricar” el reposo, sólo se puede “recibir”, que no viene porque todo lo externo esté “bien” sino que comienza en nuestro ser mas interior, en “nuestro espíritu” aquí se produce la fe, esta es la verdadera paz que todos necesitamos, no la que creemos que lograremos con mucho dinero, con obras y logros personales, esta es lo que el mundo llama paz pero solo trae regocijo momentáneo.

 

Si necesitamos recursos para hacer la obra de llevar el mensaje del Reino, si necesitamos que las cosas en la familia estén bien, y estarán bien, si necesitamos que nuestros sueños se cumplan y se cumplirán, pero esto viene por añadidura, y será estable, porque fue producido por El y no por el hombre y su yo interior.

 

El dinero que llamamos recurso, obtenido como prioridad sólo aumenta nuestra inquietud y nos quita nuestra paz.

 

El apóstol Pablo dice que El es fiel y lo hará, y es mas ya lo hizo, todo lo que necesitamos ya lo hizo Jesucristo, por eso es que estos estudios no van a fabricar nada, solo le pedimos al Espíritu Santo que abra una veta, un camino en medio de las palabras para que toque tu vida en la forma que la necesitas y en el momento que El lo disponga.

 

 No pretendemos hacer lo que El ya hizo, sino compartir una vivencia en la palabra que estamos seguros nos va a llevar a la verdadera vida en El Señor, y a nuestra realización  personal.

 

Bueno, en definitiva si la palabra divide los tuétanos, el alma y el espíritu, es que son  tres cosas diferentes, como debemos concluir, espíritu, alma y cuerpo.

 

El alma es el asiento de nuestra propia personalidad, y esta debe de someterse al Espíritu de Dios, para que refleje “su imagen”, no es que debemos anular nuestra personalidad, sino que la misma debe de someterse a las indicaciones del Espíritu, para que sea efectiva en el reino, porque si se somete a las indicaciones del entorno, de las circunstancias, de la gente que te rodea, entonces está siendo manipulada por el reino de las tinieblas y se convierte muchas veces en su instrumento, para traer desestabilidad en todo lo que nos rodea.

 

Nosotros somos luz cuando estamos en luz, en El Reino, en Su Espíritu.

 

Bueno terminemos este capítulo diciendo que debemos tener por costumbre  leer la palabra de Dios con un espíritu humilde, pues esto nos llevará tarde o temprano, a separar el alma del espíritu.