
Capítulo 2. La revelación del apóstol Pablo
1ra. Corintios 3:1-3
“De manera que yo, hermanos, no pude hablaros como a espirituales, sino como a carnales, como a niños en Cristo.
Os di a beber leche, y no vianda; porque aún no erais capaces, ni sois capaces todavía, porque aún sois carnales; pues habiendo entre vosotros celos, contiendas y disensiones, ¿no sois carnales, y andáis como hombres?”
El apóstol Pablo se dirige a ellos como hermanos, por lo que podemos deducir que ya los conocía por algún espacio de tiempo, pero dice además que no podía hablarles como espirituales, no podía hablar de otras cosas más profundas, no podía avanzar, tenía que seguir predicando acerca de temas, como el hecho de que no debían tener celos entre ellos, que no debían pelear, ni debía existir divisiones, pero como esto existía entre ellos los llama “carnales”, es decir se dejan gobernar por la carne ,y no por el espíritu, en otras palabras, eran “hermanos” pero no controlados por el Espíritu de Dios sino por el alma.
Dice además:
Todavía andáis como hombres, es decir, como todo el mundo, como si no fueran seguidores del Mesías, no habían adelantado mucho, no se les había revelado el gran tesoro que habían recibido en su verdadera dimensión y caminaban en una dimensión muy precaria; yo creo que si el apóstol Pablo, viniera hoy a nuestras iglesias, encontraría lo mismo, y nos exhortaría de la misma manera.
¿Se da usted cuenta entonces, de la importancia de construir la iglesia, solo con gente espiritual?
No se puede construir una iglesia sólida con gente carnal, a estos solo hay que repetirle la misma clase sobre no mentir, no murmurar, no envidiar, no pelear, una y otra vez. No se puede avanzar, solo se puede hablar leche, nada de revelación.
Y continúan explicando:
1ra. de Corintios 3:9 Porque nosotros somos colaboradores de Dios, y vosotros sois labranza de Dios, edificio de Dios.
Aquí habla con exactitud sobre la responsabilidad de los líderes de la iglesia, de ser colaboradores no fabricantes, ningún ser humano puede fabricar un cristiano por más que tenga los mejores métodos de evangelismo, es el Espíritu Santo, Dios mismo, quien lo hace.
El trabajo apostólico en la iglesia es conducir a los santos a una relación íntima con el Espíritu Santo. el Espíritu de Dios producirá tanto el querer como el hacer en el creyente.
Por esto es que el apóstol los impulsa a que se vean como un edificio.
1 Corintios 3:16 ¿No sabéis que sois templo de Dios, y que el Espíritu de Dios mora en vosotros?
3:17 Si alguno destruyere el templo de Dios, Dios le destruirá a él; porque el templo de Dios, el cual sois vosotros, santo es.
¡Esta declaración es poderosa! usted le pertenece a Dios, es su templo, para morada del Espíritu Santo.
Para eso nació, y cuidado vamos a querer cada uno construir el templo, porque solo lo puede construir El, con nuestra colaboración.
Todo nace en El y termina en El, si alguien quiere ponerle un modelo con toque personal, estaría destruyendo el templo, y cambiando el diseño de Dios para cada uno, solo el Espíritu Santo lo puede construir.
Por eso este modelo, el del espíritu, es un modelo de Dios, no es un modelo humano, no le voy a decir camine por aquí, tome este trabajo, léase o aprenda esto de memoria.
Tratar de imponer reglas a la fuerza, es entrar en la ley y no trajo buenos frutos en el antiguo testamento, los fariseos eran gente que conocía bien las leyes, pero no conocían de una relación con Dios a través de su espíritu, trataban de cumplir la ley en sus fuerzas y nunca pudieron, y en algunos casos acomodaban las leyes a su propia conveniencia, según sus propios razonamientos.
Así también le pasó a Pablo con los creyentes de Corinto, aunque ellos tenían una mejor oportunidad, pues poseían el Espíritu Santo de Dios, en otras palabras, el poder para agradar a Dios, pero estaban todavía en competencias y divisiones.
Pero cuando Dios toma el control por medio de su Santo espíritu, El controla, ya no vemos con nuestros ojos naturales, sino con los de El.
Y aquí viene la revelación del templo, la comparación del templo físico con el hombre, dice:
VOSOTROS SOIS TEMPLO DE DIOS.
Veamos la constitución del templo de Moisés donde habitaba la presencia de Dios.
PONER AQUÍ UNA FOTO DEL TEMPLO.
1ro .Patio exterior: este era el lugar visitado por todos, aquí la adoración es externa, para ser vista por todos.
2do. El lugar Santo: este era un lugar más exclusivo, sólo podían entrar los sacerdotes, pero no era suficiente para entrar en la presencia misma de Dios, faltaba atravesar el velo del lugar santísimo.
3ro. El lugar santísimo, aquí todo era oscuro, no había luz artificial, sólo estaba alumbrado por la luz brillante de Dios.
Así es el hombre dice Pablo, como este templo.
1ro. El patio exterior: el cuerpo, es la vida visible a todos.
Aquí los hijos verdaderos hijos se comportan de acuerdo a las instrucciones del Padre Celestial.
Aquí todo lo que haces está a la vista de todos, porque la luz del día lo alumbra.
2do. El lugar santo, equivale al alma del hombre.
Es el esfuerzo humano, para agradar a Dios con los cultos, las ofrendas, las oraciones, los cánticos, todo lo que hacemos como sacerdotes, hay que pasar por aquí, para madurar.
Aquí están el alma, con sus emociones, sus pensamientos y su voluntad, para los regenerados, son como los sacerdotes del antiguo testamento.
Aquí hay mucha compresión de las cosas, aquí hay bastantes preceptos y pensamientos racionales, aquí lo que no es lógico, no sirve, tiene que ser examinado y aceptado por mi razón.
Aquí es donde Dios a veces produce un terremoto con sus hijos, para que aflojen su propia dependencia.
3ro. El lugar santísimo, es oscuro en sí mismo, es nuestro espíritu, aquí solo cobra vida por la luz de nuestro Padre Celestial. Ningún hombre puede alumbrar este lugar por si mismo, aquí nos unimos con Dios.
Aquí como no se ve, se hace todo por fe, no por vista.
Mire, en el patio exterior hay luz del día, en el lugar santo, hay luz de candelabro, pero en el lugar santísimo, ya no hay luz propia, sino solo la luz de Dios.
¡Cuánto nos falta para morir a nuestra propia luz!
Por eso el orden que vimos en Tesalonicenses es: espíritu, alma y cuerpo.
El orden es importante para construir el templo, la casa.
1ro. Espíritu, 2do. Alma. 3ro. Cuerpo.
No puede ser alma, espíritu y cuerpo, todo debe de provenir de Dios, no de nosotros. Dios habla al espíritu, este se comunica con el alma que está en la mitad y se manifiesta al mundo exterior por el cuerpo.
Si queremos construir una casa conforme al diseño de Dios debemos de seguir este diseño de casa, su diseño, el ejemplo, la sombra bajo la cual es apóstol Pablo hace la revelación es el templo del antiguo testamento, que hoy son templos ambulantes, llenos de luz, no propia sino de Dios, que disipan la oscuridad por donde quiera que vayan.
Todo lo que hacemos en la casa, por ejemplo en el templo, debe de provenir de las instrucciones recibidas en el lugar santísimo.
Escuche en el lugar santísimo es necesario estar, donde no haces nada y solo recibes, porque aquí todo es oscuro para ti, aquí solo te tienes que dirigir por la luz de Dios, luego sales al lugar santo con instrucciones, y luego a los atrios con tu cuerpo, para manifestar lo recibido en el lugar santísimo.
lo cierto es que para la mayoría de los habitantes de la tierra que no tiene lugar santísimo, es el alma es la que gobierna
Pero para los hijos de Dios el alma solo hace lo que recibió y vio hacer al Padre en el lugar santísimo.
Solamente así se es efectivo en el Reino.
Entonces el lugar donde nos comunicamos con Dios es en nuestro espíritu, aquí está el lugar santísimo, por eso debemos reconocer que tenemos espíritu y ya no estamos limitados al mundo exterior y a la circunstancias sino a la relación con nuestro Padre Celestial.
Nosotros caminamos de acuerdo a las órdenes recibidas en el espíritu, en el lugar santísimo, y no de acuerdo a las circunstancias que se nos presentan a menudo en nuestro diario vivir, caminamos ¡viendo al invisible! y ¡llamamos a las cosas que no son como si fueran!
