ESCUELA DEL ESPÍRITU No. 17 EL TALLER DEL ENEMIGO (EL ALMA)
Comencemos a leer Mateo 10:23
Cuando os persigan en esta ciudad, huid a la otra; porque de cierto os digo, que no acabaréis de recorrer todas las ciudades de Israel, antes que venga el Hijo de Hombre.
Sé que se ha levantado una enseñanza de oposición a la palabra del Reino que predicamos, viejos odres no quieren cambiar, ni así se lo demuestre la palabra, así aprendieron y así mueren, ellos insisten que debemos esperar al anticristo que tome todo el mundo y venza a la iglesia, para que nuestro Señor Jesucristo venga por segunda vez a salvarnos.
Nuestra posición es que El ya vino a salvarnos y que nosotros al igual que los primeros apóstoles tenemos que conquistar con valentía y coraje, implantando diseños del cielo.
Nosotros si creemos que El va a regresar, pero para terminar la obra que la iglesia debe de efectuar con la guía del Espíritu Santo, no para hacer todo otra vez, es más, pedirá cuentas de lo que hicimos con todo lo que nos dio.
En estos versículos que leímos, El Señor les dice a sus discípulos que serían perseguidos, y que huyan, que no se dejen coger, pero que antes de que recorran todo Israel, El hijo del hombre vendrá.
Espere un momento, ¿El no es el hijo del hombre?
¿Por qué dice que vendrá antes de que ellos acaben de recorrer las ciudades de Israel?
¿Vino o no vino? ¿Dijo la verdad o no la dijo?
Yo creo que nuestro Señor no miente. El vino, cuando resucitó, y cuando envió al Espíritu Santo, por eso sus discípulos dejaron de escapar y enfrentaron con valor la verdad de que Jesús era el Mesías salvador. Vendrá por segunda vez y entonces reinaremos con El para siempre.
Entonces no actuar de la misma manera que los apóstoles y esperar que venga por segunda vez sin afectar este mundo es irresponsabilidad y desobediencia, y enseñar otra cosa solo para impresionar a la gente con una revelación rebuscada.
¿Pero cómo actuar entonces?
Cómo los primeros discípulos, sin temor.
Mat 10:28
No teman a los que matan el cuerpo pero no pueden matar el alma. Teman más bien al que puede destruir alma y cuerpo en el infierno.
Aquí El Señor les declara que tenían que predicar el evangelio y se iban a encontrar con problemas, pues la gente los iba a querer matar, pero este no era el mayor problema, el problema era con el diablo, que quería destruir lo invisible, el alma y también lo visible el cuerpo, con el diablo si era la lucha.
Pero los apóstoles allanaron el camino para nosotros, aunque no terminaron toda la obra de manifestar el reino, nuestra responsabilidad es más grande y tenemos que despertar a esta realidad, ya no matan el cuerpo, ya esto está solucionado, ya en la mayoría de las naciones, nadie te mata por predicar a Jesucristo.
Pero el diablo sigue manteniendo a la iglesia presa de sus pecados del alma, y contra eso tenemos que vencer.
¿Entonces qué debemos hacer?
Hay que actuar como el maestro actuó y como sus siervos los apóstoles actuaron.
¿Basados en que poder?
En el poder del Espíritu Santo.
Pero debemos entonces trabajar con la oposición del alma, no tanto con la del cuerpo, la del cuerpo también, pero esa ya depende de nosotros, a veces nos autodestruimos con la forma de alimentarnos, pero de eso ya hablamos. Ahora es tiempo de hablar de la oposición del alma.
¿Cómo podemos hacer esto?, nuestro Señor nos mostró con el ejemplo y nos dio una herramienta la cruz, para que llevemos el alma a la cruz, y pueda el Espíritu Santo manifestarse con poder.
Esta es la condición para servir a los hombres y obedecer a Dios, llevar la vida dirigida por el alma a la cruz.
De esto siempre hablaba el Señor, en los cuatro evangelios, luego no es un mensaje específico para judíos o para gentiles o para un sector en especial, es un mensaje para todos y de mucha actualidad.
Veamos Mateo 10:34-38
No crean que he venido a traer paz a la tierra. No vine a traer paz sino espada.
Porque he venido a poner en conflicto al hombre contra su padre, a la hija contra su madre, a la nuera contra su suegra;
los enemigos de cada cual serán los de su propia familia.
“El que quiere a su padre o a su madre más que a mí no es digno de mí; el que quiere a su hijo o a su hija más que a mí no es digno de mí;
y el que no toma su cruz y me sigue no es digno de mí.
¿De qué hablaba el Señor?, del alma, y se lo voy a demostrar.
¿Cuál es nuestra inclinación natural? amar a nuestros seres amados y gozarnos con ellos, pero; ¿que hacemos si Dios desea otra cosa contraria a la que nos piden nuestros seres amados?
Dice el Señor deberé tomar mi cruz y aunque sienta otra cosa, y aunque esta persona se sienta herida, debo de obedecer al Señor, si yo practico esto de la cruz, seré purificado de mi amor natural.
¿Y sabe porqué?
Porque este amor del alma, exige correspondencia y El quiere llevarnos a un amor más elevado que no exige correspondencia, que ora e intercede en silencio, que lleva a dar a luz cosas en el espíritu, aunque en lo natural parezca otra cosa.
La gente que ama con el alma, está más preocupada de hacer demostraciones de amor en lo natural, pero la gente que verdaderamente ama, paga precio en oración por sus hijos, por sus padres por su familia, esta gente está lista para la intersección y dará a luz cosas permanentes.
¿Sabe porqué nuestro Señor nos enseñaba esto de llevar a la cruz los sentimentalismos del alma?
Porque es más fácil el amor del alma, ese lo tiene todo el mundo, hasta en las telenovelas, pero el amor que nace de Dios y de su Espíritu, este es superior y solo lo pueden dar los hijos de Dios.
En definitiva, El Señor no quiere que tengamos apego por nada terrenal, si queremos.
¿Por qué?
Porque esto nos da libertad para servirlo sin límites
El problema de la iglesia es que es carnal y llena de compromisos con el hombre, inclusive en el servicio a Dios, esto la ata a una relación del alma y nos limita de obedecer a Dios sobre todas las cosas, por temor a ofender a otros.
El mayor propósito de Dios es tener hijos obedientes, en ellos si está El comprometido, no en satisfacer tus deseos y los míos.
Solamente en hacer la voluntad del Padre podremos vencer y transformar al mundo. El afecto natural no se compara con el afecto que es gobernado por el espíritu.
¿Por qué?
Allí mi amor por mi padre es superior, por mi hijo es superior, por mi hermano es superior, el amor que proviene del alma cambia con las condiciones ambientales y de acuerdo a la ofensa y la reciprocidad.
Los sentimientos humanos cambian como cambia el mundo, lo que proviene de Dios cambia al mundo.
Por eso debo aborrecer la vida del alma, para tener paz, si me manejo por el alma siempre voy a estar perturbado e inestable, pero si dejo que el espíritu gobierne entonces yo manejo.
En otra oportunidad el Señor dice a sus discípulos:
Mateo 16:15-17
Y ustedes, ¿quién dicen que soy yo? Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente, afirmó Simón Pedro. Dichoso tú, Simón, hijo de Jonás le dijo Jesús, porque eso no te lo reveló ningún mortal, sino mi Padre que está en el cielo.
Oiga, Pedro acaba de tener una revelación, como cuando nosotros recibimos algo fuerte en un congreso o lo que recibimos en ciertos momentos especiales .
¿Qué revelación? que Jesús era el Mesías, esto es el ungido, el Cristo.
Pero el recibir esta revelación en su espíritu no le garantizó nada, más vale le produjo a Pedro un descuido en su alma.
¿Qué loco verdad?
Una revelación espiritual, puede causar un descuido a un hijo de Dios, si no estamos alertas.
¿Sabe porqué le digo?
Porque al momento mismo, Pedro se volvió: de la revelación espiritual, al alma y fue presa del taller del enemigo. ¿Se recuerda que dijimos antes? ¿que el alma es el taller del enemigo?, veamos:
Mateo 16:20-21
Luego les ordenó a sus discípulos que no dijeran a nadie que él era el Cristo. Desde entonces comenzó Jesús a advertir a sus discípulos que tenía que ir a Jerusalén y sufrir muchas cosas a manos de los ancianos, de los jefes de los sacerdotes y de los maestros de la ley, y que era necesario que lo mataran y que al tercer día resucitara.
Aquí les dice: bueno ustedes saben que soy el Mesías y ahora debo morir en manos de mis enemigos, tengo que ir a la cruz.
Pero Pedro entonces se desconecta de la revelación y le dice:
Mateo 16:22-23
Pedro lo llevó aparte y comenzó a reprenderlo: ¡De ninguna manera, Señor! ¡Esto no te sucederá jamás!
Jesús se volvió y le dijo a Pedro: ¡Aléjate de mí, Satanás! Quieres hacerme tropezar; no piensas en las cosas de Dios sino en las de los hombres.
No piensas en las cosas de Dios sino en la de los hombres, no estás siendo gobernado por la revelación de mi Padre, sino por tu alma carnal.
Oiga esto, hace un momento Pedro era el que veía todo, ahora no ve nada, como que se emocionó demasiado y se descuidó y bajó al nivel del alma.
¿Sabe porqué decía Pedro qué no iba a permitir la muerte de nuestro Señor? pensaba como hombre carnal y quería evitarle el dolor de la cruz, pero si Jesús hacía esto, se desenfocaba al compadecerse de sí mismo, y Jesús fue más duro y le dijo algo parecido a esto:
¡Oye Pedro si tú te compadeces de ti mismo y de mi, es que te lo metió Satanás.!
Entonces:
¿Cómo ataca Satanás a los hijos de Dios que van camino a la madurez?
Haciendo que se cuiden de no sufrir ningún dolor en el alma, que no se desprendan de nada de lo que su alma desea, pero así no se puede servir a Dios.
Aquí les habla el Señor otra vez de la cruz:
Mateo 16:24-25
Luego dijo Jesús a sus discípulos: Si alguien quiere ser mi discípulo, tiene que negarse a sí mismo, tomar su cruz y seguirme.
Porque el que quiera salvar su vida, la perderá; pero el que pierda su vida por mi causa, la encontrará.
Por si acaso no lo entiendan dice El Señor, ustedes también tiene que venir conmigo a la cruz, es la única forma como pueden ser mis discípulos.
El Señor llama a tomar la cruz, poniendo la vida del alma en ella, dice no trates de salvarla, piérdela en la cruz y la vas a encontrar.
¿Qué vida había que perder, para encontrar la verdadera?
Se pierde la vida del alma y se encuentra la vida que permanece, la del espíritu, esta es superior, esta nos lleva más alto y nos da paz y la tierra prometida.
No se puede tener la tierra prometida con el alma, esta no es, esta seguiría dependiendo de las circunstancias, de si hay un gigantes o no.
Es diferente de lo que leímos en Mateo 10 anteriormente, pues antes hablaba de los afectos del alma, del amor en el alma, del amor por los seres queridos, ahora habla ya de la vida en sí, como que la cosa se pone más profunda, ahora es el yo entero a la cruz y no solo los sentimientos.
Pero parece que ninguno estuvo dispuesto a morir con el, peor Pedro, ¿saben cuando tuvieron las fuerzas? “luego de pentecostés” cuando descendió el Espíritu santo, El les recordó estas palabras y les dio el poder para testificar.
Después de esto concluimos que la revelación por más alta que esta sea, no te garantiza que serás liberado del dominio del alma, quizá es todo lo contrario, cuando mas obtienes revelación, cuanto más alta es la revelación, te envaneces y te crees muy espiritual, el alma se oculta y es más difícil es descubrirla y expulsarla.
Escuche Pedro ni siquiera se defendía a si mismo, estaba defendiendo al Señor, lo amaba, su intención era buena pero del alma no del espíritu.
El Señor no nos va a medir por cuanto hemos hecho, sino que si lo que hemos hecho procede de su Espíritu.
Esto le parecerá fuerte, pero es verdad, al diablo no le molesta que ores ni que ames al Señor en tu alma, al diablo le molesta si oras y amas al Señor en espíritu y verdad, mientras lo ames en el alma, puedes ser un instrumento de Satanás como lo fue Pedro, aún haciendo cosas buenas.
¿Nos damos cuenta cada día más de la necesidad de andar en el Espíritu?
Vamos más profundo entonces, para ver cual es nuestra responsabilidad: usted y yo fuimos perdonados cuando recibimos a Jesucristo como Salvador y Señor. ¿Verdad? esto no es obra nuestra.
Pero ¿sabe cual si es obra nuestra? el negar la vida del alma, esta si es nuestra responsabilidad, salimos del evangelio de esperar que todo lo haga el Señor, somos gratos por el perdón de los pecados ahora queremos servirlo y para eso debo de llevar la cruz todos los días y poner el alma en ella.
¿Cómo hacerlo?
Poniendo nuestra voluntad.
Usted y yo conocemos ciertas cosas de nuestra vida y aquellas cosas que hacemos que están centradas en nuestra propia satisfacción, estas debemos de llevarlas a la cruz.
Para esto es la palabra de Dios, no para llenarte la cabeza de un conocimiento que envanece
Hebreos 4:12
Ciertamente, la palabra de Dios es viva y poderosa, y más cortante que cualquier espada de dos filos. Penetra hasta lo más profundo del alma y del espíritu, hasta la médula de los huesos, y juzga los pensamientos y las intenciones del corazón.
Yo sólo puedo rendir lo que conozco lo que me doy cuenta, yo sé cuando estoy haciendo algo que no está muy bien, pero que me da satisfacción. Esto lo puedo llevar a la cruz
Pero hay cosas que no conozco por lo tanto no las puedo rendir, por eso leo la palabra, para que cuando sea confrontado, lleve lo que me mostró a la cruz, aquí se divide el alma del espíritu.
Entonces esto no es un asunto que se terminó cuando Jesús murió, este es un asunto que nos compete a nosotros y debe de ser efectuado todos los días.
Avancemos
Lucas 17:32-33
¡Acuérdense de la esposa de Lot! El que procure conservar su vida, la perderá; y el que la pierda, la conservará.
Que le pasó a la esposa de Lot, dice la biblia que se convirtió en estatua de sal al volver el rostro para ver la destrucción de Sodoma y Gomorra.
¿Qué nos dice esto a nosotros?
Que es posible que externamente tomemos la decisión de dejar las cosas que viene del mundo, pero en nuestro corazón, todavía las añoremos, lo que sería un tropiezo para nuestro crecimiento espiritual y para nuestro futuro caminar en Cristo.
Esto le pasó a la esposa de Lot, externamente decidió abandonar Sodoma, pero no lo abandonó en su corazón, en su alma, por eso miró para atrás.
Nosotros debemos avanzar continuamente y no permitir que ninguna temporada pasada nos detenga, llevaremos lo que se asentó en nuestro espíritu en esa temporada, pero lo del alma lo dejaremos, no tiene ningún valor ni será de provecho para el futuro.
La mujer de Lot no retrocedió ni un paso en lo físico, avanzó obediente, estaba caminando, pero si retrocedió en su corazón, esto nos pasa mucho a nosotros, tomamos decisiones de seguir, pero cuando nos falta algo de lo que estábamos acostumbrados, nos sentimos tristes y lo recogemos.
Es decir no estamos hablando de que un hijo de Dios vuelva a los pecados que cometía y se detenga, estamos hablando de afectos en el alma de la vida pasada que deben de morir en la cruz cada día.
Quiero terminar diciéndole que esto no es una opción que podamos escoger o desechar, esta es una necesidad para los que queremos ser instrumentos de Dios, para implantar su Reino en la tierra que estamos pisando, si no tomamos la cruz y ponemos nuestra alma en ella todos los días, entonces estaremos en problemas para avanzar en la conquista.
Mire:
Mateo 5:3
Bienaventurados los pobres en espíritu, porque de ellos es el reino de los cielos.
Si yo creo que soy muy grande de espíritu, no tendré el Reino de los cielos, esto es un asunto del alma.
Mateo 5:4
Bienaventurados los que lloran, porque ellos recibirán consolación.
Si no estoy dispuesto a llorar al desprenderme de cosas que amo en mi alma, no puedo ser bienaventurado.
Mateo 5:5
Bienaventurados los mansos, porque ellos recibirán la tierra por heredad.
¿Cómo seré manso, si mi alma es la que gobierna? esta se manifestará con enojo a cada rato.
Mateo 5:10
Bienaventurados los que padecen persecución por causa de la justicia, porque de ellos es el reino de los cielos.
A nadie le gusta que lo persigan, no se quiere pasar por esto, esto duele, pero si estás en el alma te detienes y tratas de evitar el dolor, pero si estás en el espíritu, crucifico este sentimiento, y auqnue me duela en el alma, avanzo.
Mateo 5:11
Bienaventurados sois cuando por mi causa os vituperen y os persigan, y digan toda clase de mal contra vosotros, mintiendo.
¿A quién le gusta que hablen mal de uno? a nadie, te crea un sentimiento de molestia, pero si crucifico el alma en la cruz, entonces puedes avanzar.
Esta palabra no habla de pecado, habla de cosas del alma que deben de ser crucificadas para obtener bendición.
Puede ser que se haya vencido al pecado, pero para seguir estas instrucciones se necesita algo interno, mucho más profundo.
Esto se trata del corazón, no de apariencias, no se pueden seguir estas instrucciones si uno no ha sido perfeccionado internamente.
¿Cómo se experimenta el poder de la resurrección?
Filipenses 3:7-10
Pero cuantas cosas eran para mí ganancia, las he estimado como pérdida por amor de Cristo.
Y ciertamente, aun estimo todas las cosas como pérdida por la excelencia del conocimiento de Cristo Jesús, mi Señor, por amor del cual lo he perdido todo, y lo tengo por basura, para ganar a Cristo,y ser hallado en él, no teniendo mi propia justicia, que es por la ley, sino la que es por la fe de Cristo, la justicia que es de Dios por la fe; a fin de conocerle, y el poder de su resurrección, y la participación de sus padecimientos, llegando a ser semejante a él en su muerte,
Se llega a conocer a Cristo y su obra perfecta, teniendo todo como basura por amor a El, un despego de las cosas materiales, esto es una prueba para nosotros muy fuerte, no le estoy hablando de vivir en miseria, sino de despojarse de eso en el alma. Para tener muchas cosas materiales sin ser afectado, usted debe de ser perfeccionado en su interior por el Espíritu Santo.
No hay nadie que no haya dejado todo por Cristo, que no reciba el doble en este mundo y más en el venidero, le dijo al hombre rico el Señor.
Si quieres llegar a cumplir tu propósito en este mundo solo será por la vida en el espíritu
Bendiciones
Hugo Oberti